Programa de bilinguismo
Programa de bilingüismo
Programa de bilingüismo para instituciones educativas:

Ahora que el bilingüismo ha pasado a un nivel de obligatoriedad para quienes deseen continuar con la loable labor de la educación en Colombia, un programa de bilingüismo con mayores expectativas (nivel C1) y a muy corto plazo (cuatro años) es totalmente posible, incluso para colegios con recursos muy limitados. Aspiramos llegar a C1, para que si no lo logramos, por lo menos lleguemos a un nivel B2, como mínimo.
De todas formas, las iniciativas, que el gobierno nacional ha implementado desde hace más de 20 años, es digna de la más grande ovación, y se entiende claramente los ingentes esfuerzos que el Gobierno Nacional ha hecho en pro de una educación cada vez más excelente, aunque lamentablemente, no se hayan conseguido los resultados esperados.
Aunque muchas Secretarías de Educación se comprometieron con el diagnóstico del nivel de inglés de los docentes (del área inglés), para formular los Planes de mejoramiento y formación requeridos con el fin de alcanzar la meta propuesta de nivel B2 (aunque ellos, que son quienes enseñan el idioma, deberían tener una meta mínima de C1), dichas metas no fueron cumplidas a cabalidad. Lo mismo pasó con los estudiantes: En noviembre de 2005 se realizó una evaluación de muestreo, en grados octavo y décimo, para diagnosticar los niveles de conocimiento del inglés. Los resultados indicaron que los educandos de octavo estaban por debajo del nivel A1, y los de décimo, en A1 (es decir, ¡muy crudos!), pero, lo más lamentable es que hoy, en pleno 2018, ¡estos resultados no han mejorado ni siquiera un poquito!
Por eso, nuestra propuesta difiere de los métodos tradicionales (ver programa aquí) y va mucho más allá de tratar al inglés como una asignatura, o menos, como un curso de inglés, y se enfoca en la creación de entornos bilingües, en la transversalidad, en el inglés como medio de aprendizaje de otras asignaturas y otros conocimientos.
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Cuando en 2007, la plenaria del concejo aprobó por unanimidad el acuerdo del Plan Nacional de Bilingüismo en Colombia, iniciativa que fue impulsada por los concejales Abel Valoyes, Carlos Baena y Susana González, todos llegamos a pensar que el aprendizaje del inglés en Colombia iba a ser una realidad. Pensamos que no se iban a repetir los fracasos de años anteriores. Todos sabemos que el plan nacional de bilingüismo viene desde mucho antes de 2001, pero desde julio de 2001 cuando se firmó un acta de compromiso, suscrita por el Ministerio de Comercio Exterior, la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía Mayor de Bogotá, el Comité Asesor Regional de Comercio exterior de Bogotá y Cundinamarca y la Cámara de comercio de Bogotá, fue la primera vez que se anunció con bombos y platillos la gran inversión que el gobierno haría para mejorar la enseñanza del inglés en Colombia.
Después de esto, el Ministerio de Educación de Colombia formuló el Programa Nacional de Bilingüismo en Colombia 2004-2019, incluyendo los nuevos Estándares de competencia comunicativa en inglés. Se buscó alinearse con el Marco Común Europeo como referente para fijar los niveles de dominio que se deben lograr. Al haber sido aprobado un nuevo acuerdo de ley del 2 de noviembre de 2006, se dejó claro que la Administración estaba obligada a conseguir los recursos para la implementación del programa y que los próximos mandatarios no lo podrán desmontar. El plan exigía, además, establecer sistemas que permitan el aprendizaje gratuito del inglés para todas las personas de estratos uno y dos, sin excepción, es decir, no importaba que no estuvieran en colegios distritales o que fueran mayores de edad.
Como salió publicado por los principales medios de comunicación, a partir del año 2007, el inglés en los exámenes del ICFES (Hoy Pruebas SABER) ha sido desde entonces obligatorio (aunque en principio se decía que se exigiría entender textos y desenvolverse en conversaciones casuales, lo de las conversaciones aún está en entre dicho). Se estabeció también que a los estudiantes de último semestre universitario se les exigiría el inglés en el Ecaes, contemplando comprensión auditiva y comunicativa, y no sólo haciendo énfasis en los textos escritos y los aspectos gramaticales. Lo anterior, lo han tenido que hacer los estudiantes pagando costosos cursos extra curriculares, muchas veces dictados por las mismas universidades.

No obstante, recordando aquel viejo aforismo, “Hay que aspirar a ser Papa, para llegar a ser sacristán”, las metas establecidas para el 2019 no concuerdan con las expectativas creadas. Me explico mejor, se espera que los estudiantes de grado once alcancen un nivel comprendido entre A2 y B1 del Marco Común Europeo, pero también se espera que estos puedan presentar exámenes como el TOEFL o el MICHIGAN para ingresar a la universidad. La incongruencia, según mi vasta ignorancia, consiste en que, para pasar el TOEFL satisfactoriamente hay que estar en un nivel comprendido entre el B2 y el C1, pero los estudiantes, si les va bien, estarán en un nivel máximo de B1 (B1 falso, pues no hay como medir la conversación y la comprensión auditiva en las Pruebas SABER). Veamos las metas propuestas por el Ministerio de educación de Colombia:
Población |
Meta esperada |
Docentes que enseñan inglés en la educación básica |
B2 |
Docentes de educación básica primaria y docentes de otras áreas |
A2 |
Estudiantes 11 grado |
B1 |
Egresados de carreras en lenguas |
B2-C1 |
Egresados de Educación Superior |
B2 |
Y haciendo un gran paréntesis aquí, para quienes aún no están muy familiarizados con esto del Marco Común Europeo, Los niveles A1 y A2, son niveles básicos en los que se busca comprender frases sencillas sobre tareas cotidianas. El nivel B1 busca que el educando entienda textos muy básicos y elementales sobre cuestiones que le sean conocidas, se desenvuelva en un viaje y sostenga conversaciones cortas, siempre y cuando el interlocutor hable despacio y muy bien pronunciado. El estudiante de nivel B2 puede entender textos no muy extensos que sean concretos o abstractos y posee un buen nivel conversacional. Puede argumentar para sentar posiciones o defender su punto de vista. El educando de nivel C1 puede comprender textos extensos y de mayor exigencia, así como producir escritos estructurados. Su nivel de comunicación es fluido y puede alternar sin ninguna dificultad con hablantes nativos. Ya en el nivel C2, se escribe y se habla con la fluidez del nativo con formación profesional.
Después de este paréntesis ya todos sabemos un poco acerca del Marco de Referencia Europea, y entendemos el por qué de mi preocupación por las metas tan bajas que se plantearon. Pero, como no se trata de criticar, también tengo que alabar la iniciativa de tener en cuenta a los docentes que no son de inglés para intentar lograr un entorno bilingüe (ver programa aquí). La clave del aprendizaje del idioma radica en la oportunidad de práctica que el entorno le ofrezca al educando. Ojala también se tenga en cuenta el inmenso desatino que constituye el trabajar por grados escolares y no por niveles de conocimiento.
Otro punto bueno por parte del MEN, es que desde ese entonces se empezó a implementar un esquema para la acreditación de la calidad de instituciones de educación, que se dedican a la enseñanza del inglés. Lo anterior se ha normalizado mediante el Decreto 3870 de noviembre 2 de 2006, que reglamenta la organización y funcionamiento de los “programas de educación para el trabajo y el desarrollo humano” (antigua educación no formal) en el área de idiomas y se establecieron las condiciones mínimas de calidad. De esta manera, el programa aborda la educación básica, media y superior.
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